Con amigos así...

No solía discutir mucho con mi emo ex novio. Generalmente estábamos de acuerdo en casi todos los temas, o respetábamos el punto de vista del otro, o simplemente me daba la razón (creo que para que cerrara la boca) y yo era feliz. Pero algo en lo que nunca nos pusimos de acuerdo fue en cómo manejar la relación con nuestros respectivos amigos dentro de la pareja, aunque quizás "pareja" no sea la mejor palabra para describir nuestra relación.
Yo le presenté a todos mis amigos, a todos. Ya saben, mis mejores amigos son peculiares, pero también le presenté a los normales. Él sabía con quién me juntaba, dónde y a qué hora, yo me encargaba de informárselo. Hasta intenté que se llevaran bien, con el fin de coordinar salidas todos juntos como una gran familia, en lo cual fracasé estrepitosamente. Sin embargo, yo nunca conocí a los suyos. Fui asimilando sus excusas: su mejor amigo vivía lejos, a los de la secundaria los veía poco, blabla. Hasta que se tornó poco creíble, y muy molesto. Mucho producto de maquinación mental: le doy verguenza, no quiere que sus amigos sepan que sale con un adefesio. Era insoportable, hasta que se lo hice saber entre gritos de enojo y sollozos de histeria. Pero mucho peor, menos creíble y más vergonzosa fue su respuesta: tengo miedo que mis amigos te tiren los perros. Y algo mucho peor, mis amigas de la secundaria me tiran los perros. Me dejás tranquilísima cuando vas sábado de por medio a tus reuniones de secundaria, bombón.

Nota: por escribir esta entrada, se me quemó el arroz que le estaba haciendo a mi hermanita. Siéntanse mal.