Situación: Mayra y sus amigos salen en estado deplorable a las 6.30 AM de un boliche en Puerto Madero. Caminan por los diques dirigiéndose a la parada de colectivo que los acercará a sus respectivos hogares. Tienen los pies y los rostros hinchados, el maquillaje corrido, las melenas descontroladas y un cansancio a cuestas que ni les cuento, no están físicamente preparados ni acostumbrados para estos trotes. Quien les escribe viste short, medias negras, camisa blanca y stilettos (N. de la R.: zapatos en punta con tacos finos, finísimos) considerablemente altos, lo cual en combinación con una noche de dancing non stop y los adoquines de las veredas del exclusivo sector (cosas que pasan el barrio fino, diría Daddy Yankee, yo) hacen que cada paso sea una probabilidad muy probable de estamparse la jeta contra el piso.
En su osada travesía, se encuentran con un cúmulo de uniformados de la Prefectura Nacional, quienes no sólo no colaboran dando indicaciones de cómo arribar a destino, sino que murmuran descaradamente en forma casi inteligible para oídos no entrenados como los míos algo así como "morocha que linda que sooo'". Mayra se indigna a niveles impensados e innecesarios, sobre todo por la "s" perdida, y siente la necesidad de ubicar a estos mogólicos:
Mayra: que lindo, Prefectura Nacional, ejemplo civil, debería... AUCH
Por hacerse la minita superhéroe, la pelotuda no mira donde pisa y ubica su taco en la intersección de dos adoquines, por lo cual pierde el equilibrio, tropieza con el cordón amarillo escandaloso de la vereda y cae de rodillas sobre el asfalto con nula gracia. Se levanta ante las risas y la no ayuda de sus amigos, y descubre que el zapato prácticamente ha terminado su vida útil, al igual que sus medias, y que tiene la rodilla sangrando. Veamos, yo me desmayo cuando veo sangre, tengo náuseas, me quiero morir inmediatamente. Pero resistí cual espartano mientras Carol me daba dos curitas y Anto me las ponía por sobre la media (pobre, su IQ deja mucho que desear a veces).
Y así fue como terminé caminando descalza, humillada y renga por Puerto Madero un domingo a las 7 AM, quejándome a los gritos de que me iban a tener que extirpar toda la extremidad por la gangrena extendida y pidiendo la reserva de una pierna ortopédica con urgencia.
1 comentario:
tus momentos de drama queen son absolutamente geniales dignos de hollywood
Publicar un comentario