jueves, 4 de marzo de 2010

Auntie May

Mi hermana tiene un gusto increíble para elegir peluches. Virtud bizarra e innecesaria si las hay. La cuestión es que la borrega utiliza su sorprendente don para complacer a su novio y le regala los peluches más tiernos que viste en tu miserable vida. El problema es que yo los extraño cuando dejan mi casa para morar en la de mi cuñado, junto con sus todavía desconocidos hermanitos. Y la solución es que el señor que soporta a voluntad las histerias de mi hermana es tan copado que decidió compartir la custodia. Así, los peluches se convirtieron en nómades y habitan tanto su cuarto como el mío.
Hoy volvió Foca, una... sí, foca, blanca y demasiado adorable, a la cual la rídicula de su madre (mi hermana, claramente, se me acabaron los sinónimos) le adjudicó una voz grave y aparentemente perteneciente a un retardado de la tercera edad. Muero del amor y la abrazo hasta asfixiarla imaginariamente cada vez que la veo. No puedo evitarlo, tengo problemas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Te amo

Tu hermana. Digo, la foca.

abi! dijo...

JAJA genial
yo lo abrazo a mi gato porque me causa el mismo tipo de ternura pero menos alergia :P

Unknown dijo...

JAJAJA
mi novio me regalo una jirafa peluche


con bufanda.

Luly the best dijo...

después soy yo la que tiene muchos peluches