martes, 20 de abril de 2010

Lust for (my) life

Ser lujuriosa y egoísta es una mala combinación. Admito que soy de las mujeres más pajeras que habitaron alguna vez la faz terrestre (en sentido figurado, por Dios), de hecho, hoy mismo en una merienda con amigos grité desaforadamente y contuve mis ganas de refregarme contra el televisor de la anfitriona porque en VH1 pasaron un video de Poison (igual no pueden culparme, Bret Michaels estaba para el crimen de lesa humanidad en los '80). Pero no tolero que mi novio haga comentarios del mismo tipo, por más ubicados y sutiles que sean. No se lo voy a permitir.

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